Antiguamente, el ser humano utilizaba métodos naturales, minerales como animales y vegetales, siendo considerados recursos terapéuticos por excelencia hasta mediados del siglo XX.
En la actualidad, los recursos provenientes del reino vegetal siguen siendo utilizados por algunos para tratar ciertas molestias o síntomas del cuerpo e incluso se utilizan como materia prima para la fabricación de algunos medicamentos convencionales. Esto se debe a que las plantas poseen un complejo metabolismo y sustancias que funcionan como compuestos activos con la capacidad de modificar sistemas fisiológicos de las personas (1).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce a la medicina basada en hierbas o también llamada “medicina complementaria y alternativa” y sostiene que podría ser una herramienta para el cuidado de la salud humana. Sin embargo, recalca la urgencia e importancia de crear políticas, en los distintos países, relacionadas con la seguridad, la eficacia, la calidad, el acceso y el uso racional de dichos productos. Por lo mismo, hacen falta más estudios que permitan crear pautas y normativas basadas en la evidencia científica en cuanto al uso correcto y seguro de productos herbales, y que ayuden a determinar aspectos como las propiedades y dosis de cada uno de ellos (2).
En Chile, al año 2010 habían 103 plantas reconocidas por el Ministerio de Salud (MINSAL), cuyo objetivo es promover el uso de plantas medicinales registradas y certificadas según el “Reglamento del Sistema Nacional de Control de Productos Farmacéuticos” y que se enmarquen en la Política Nacional de Medicamentos. Dicho reglamento considera como medicamentos herbarios tradicionales a las plantas o partes de plantas, envasadas y etiquetadas artesanalmente y rotuladas con la denominación utilizada por la costumbre popular, y su objetivo es asegurar que solo se vendan y distribuyan aquellos productos que cuenten con previa autorización del servicio de salud competente.
Algunos de los medicamentos herbarios tradicionales aprobados por el MINSAL son el abedul, el boldo, canelo, caléndula, hinojo, la manzanilla, matico, menta, rosa mosqueta, toronjil, entre otros. Dentro de sus propiedades conocidas, se encuentran las siguientes:
- El abedul es conocido por su efecto diurético, es decir, su capacidad de aumentar la producción de orina, además de tener propiedades para impedir el crecimiento de bacterias dañinas en el tracto urinario, disminuir el dolor y bajar la fiebre.
- El boldo, por su parte, tiene efecto laxante suave, anti-inflamatorio y protector del hígado.
- Las hojas y la corteza del canelo son utilizadas para tratar afecciones de la piel, tales como heridas, úlceras, alergias y para generar un efecto analgésico frente a dolores musculares.
- El hinojo se utiliza habitualmente para tratar trastornos digestivos como diarrea o cólicos, ya que posee un efecto antiespasmódico y analgésico.
- La infusión de manzanilla también es usada en trastornos digestivos, como por ejemplo dolor estomacal, indigestión, cólicos y diarreas, debido a su efecto antiespasmódico avalado por estudios clínicos. Además tiene efectos en el sistema nervioso, que permiten utilizarlo contra el insomnio, y efectos cicatrizantes y antiinflamatorios, por lo que habitualmente se utiliza para tratar heridas superficiales, contusiones, picaduras de insectos, irritaciones e infecciones de la piel y mucosas.
- Finalmente, el matico también ha reportado un efecto cicatrizante en base a alguna evidencia científica, por lo que podría ser utilizado para tratar heridas de la piel (3).
No obstante, es de suma importancia mencionar que aquellas personas que presenten alguna condición especial, tales como niños, embarazadas, madres que amamantan, personas con alguna enfermedad crónica y/o bajo el efecto de algún medicamento, deben consultar con su médico antes de consumir cualquier tipo de producto de origen herbal.
1.- Avello M & Cisternas I. Fitoterapia, sus orígenes, características y situación en Chile. Rev méd Chile. 2010 Oct; 138(10): 1288-1293. Disponible en: https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0034- 98872010001100014
2.- Pulido G, Vásquez P & Villamizar L. Uso de hierbas medicinales en mujeres gestantes y en lactancia en un hospital universitario de Bogotá (Colombia). Index Enferm. 2012 Dic; 21(4): 199-203. Disponible en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1132-12962012000300005
3.- Subsecretaría de Salud Pública, Ministerio de Salud. Listado de medicamentos herbarios tradicionales aprobados por Subsecretaría de Salud Pública. Resolución exenta No 548. 2009.[