Al pensar en alimentación saludable por lo general se piensa en limitaciones dietéticas estrictas, que van desde privarse de alimentos que te gustan hasta estar delgado de manera irreal.
Pero la verdad es que la alimentación saludable tiene más que ver con sentirse bien, tener más energía, mejorar la salud, impulsar un buen estado nutricional y mental que con lo primeramente comentado.
Si te sientes confundido por todos los consejos contradictorios sobre nutrición y dieta, no estás solo en esto, y queremos guiarte con simples consejos, para aprender a empezar a cambiar tu alimentación que será tan bueno para tu mente como para tu cuerpo.
Entonces ¿Qué es esencialmente una dieta saludable?
[/vc_column_text][vc_column_text]Comer una dieta saludable no tiene que ser demasiado complicado. La piedra angular o base de un patrón de dieta saludable debe ser reemplazar los alimentos procesados con alimentos reales siempre que sea posible y una manera de guiarte en el concepto de alimentación sana es incluyendo variedad de alimentos, por ejemplo vegetales 3 veces al día, frutas 2 veces al día, fuentes carbohidratos complejos e integrales (arroz y fideos integrales, quínoa, pan integral, choclo, papa) en vez de refinados controlando la porción, proteínas bajas en grasa (2 veces por semana pescados, 2 veces por semana legumbres, 1 a 2 veces a la semana pollo y carnes rojas sin grasa), incluyendo grasas controlando cantidad, preferiblemente crudas (Aceite, frutos secos, palta). Esto se complementa con una adecuada hidratación durante todo el día, para mantener el buen metabolismo y funcionamiento renal y la actividad física que evite el sedentarismo.
El equilibrio es la clave…
Es decir, como verás se trata de un equilibrio de proteínas, grasas, carbohidratos, fibra, vitaminas y minerales en nuestras dietas para mantener un cuerpo sano. No necesitas eliminar alimentos de tu dieta, pero si es necesario escoger la mejor opción en cada categoría.
En cuanto a la proteína es un nutriente esencial, cuando comes proteínas, se descomponen en los 20 aminoácidos que son los elementos básicos del cuerpo para construir, mantener y reparar tejidos, células y órganos en todo el cuerpo.
La mayoría de las fuentes de proteína animal, como carne, aves, pescado, huevos y productos lácteos, proporcionan todos los aminoácidos que su cuerpo necesita, las fuentes de proteínas de origen vegetal, como cereales, legumbres, verduras y frutos secos pueden carecen de uno o más de los aminoácidos esenciales, sin embargo al comer una variedad de fuentes de proteínas de origen vegetal cada día, puede asegurarse de que su cuerpo obtenga todos los aminoácidos esenciales que necesita.
En cuanto a las Grasas al contrario de lo que se cree no es mala. De hecho requerimos grasa para mantener las paredes de las células, producir algunas hormonas, funcionamiento neuronal, etc. Sin embargo el exceso las grasas saturadas pueden arruinar esto pues aumenta el riesgo de ciertas enfermedades.
Lo que se recomienda entonces es controlar muy bien el consumo de grasas saturadas y aumentar el de las grasas buenas que protegen tu cerebro y corazón. De hecho, las grasas saludables, como los omega-3 (aceite de oliva, aceite de chia, palta, almendras), son vitales para su salud física y emocional.
En cuanto a los carbohidratos son una de las principales fuentes de energía de su cuerpo. Pero la mayoría debería provenir de carbohidratos complejos no refinados (verduras, cereales integrales o enteros, frutas, legumbres) en lugar de azúcares y carbohidratos refinados
La fibra, es la parte de los alimentos de origen vegetal que el cuerpo no puede descomponer. Pasa a través del cuerpo sin digerir, por lo que mantiene tu sistema digestivo limpio y saludable, comer alimentos con alto contenido de fibra dietética (cereales integrales o enteros, frutas, verduras, nueces y legumbres) puede ayudarte a reducir el colesterol, disminuir riesgo cardiovascular, cáncer de colón y diabetes, también mejora el tránsito intestinal
La fibra viene en dos variedades: insoluble y soluble:
La fibra insoluble no se disuelve en agua. Es la fibra voluminosa que ayuda a prevenir el estreñimiento y se encuentra en los cereales integrales, los cereales de trigo y las verduras como la zanahoria, el apio y el tomate.
La fibra soluble se disuelve en el agua y ayuda a controlar los niveles de azúcar en la sangre y reducir el colesterol. Buenas fuentes incluyen cebada, avena, legumbres, nueces y frutas como manzanas, bayas, frutas cítricas y peras.
Muchos alimentos contienen fibra soluble e insoluble. En general, cuanto más natural y sin procesar la comida, mayor es en fibra. No hay fibra en la carne, lácteos o azúcar. A los alimentos refinados o “blancos”, como el pan blanco, el arroz blanco y los pasteles, se les ha retirado la totalidad o la mayor parte de su fibra. Reducir el consumo de estos puede prevenir picos rápidos en el azúcar en la sangre, la acumulación de grasa y fluctuaciones en el estado de ánimo y la energía.
Cambiar tu estilo de vida es un paso a paso.
Cambiar a consumir una dieta saludable no tiene que ser una opción de todo o nada. No tiene que ser perfecto, no tienes que eliminar por completo los alimentos que disfrutas, no tienes que cambiar de un día para otro, esto generalmente te hace renunciar pronto, sentir frustración o hacer trampas que sabotean tu intento de progreso.
Es mejor enfocarte en hacer pequeños cambios a la vez. Mantener metas modestas para tener efectos positivos a largo plazo. Piense en planificar una dieta saludable empezando con agregar una ensalada a tu dieta una vez al día, sustituyendo las bebidas por agua, el jugo por una pieza de fruta entera y de a poco los pequeños cambios empiezan a solidificarse.
Trata de mantener las cosas simples, comer una dieta más saludable no tiene porque ser complicado, escoge alimentos inteligentemente, con consciencia, y en lugar de preocuparte demasiado por contar calorías, piensa en tu dieta en términos de color, variedad y frescura.
Empieza con esto sencillos pero importantes cambios:
- Prepare tus comidas, cocinar más en casa puede ayudarte a controlar lo que estas comiendo, alimentación real.
- Remplaza los alimentos no saludables de tu dieta por alternativas saludables. Aquí encontrarás muchas opciones.
- Lee las etiquetas, infórmate de los ingredientes y composición nutricional de los alimentos que compras y escoge lo mejor para ti.
- Bebe agua, la deshidratación produce cansancio, sensación de poca energía, dolores de cabeza y es común confundir la sed con el hambre.
- Piensa en la moderación y no en prohibido, cuando prohíbes ciertos alimentos, es natural quererlos más, pero te conciencia que los excesos de dulces y comida chatarra son innecesarios.
- Si quieres perder peso, piensa en porciones más pequeñas.
- Tómate tu tiempo, le toma unos minutos a tu cerebro decirle a tu cuerpo que ha comido suficiente, así que come despacio.
- No comas por emoción, no siempre comemos solo por hambre, algunos recurren a la comida para aliviar el estrés o enfrentar emociones no agradables.
- Disminuye el sendetarismo, camina un poco más, usa las escaleras en vez del ascenos, haz pausas activas en tu trabajo.
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Siguiendo estas sencillas pero importantes recomendaciones, te darás cuenta que poco a poco podrás ir modificando y mejorando tus hábitos, y mientras te acompañamos con gusto en este proceso!