Las algas se clasifican en tres grupos; algas verdes, pardas y rojas porque presentan pigmentos que predominan sobre los otros. Aproximadamente el 66% de las especies de algas conocidas se usan como alimento, siendo los países asiáticos los mayores consumidores utilizando diversas formas culinarias; en cambio, en países occidentales se utilizan principalmente para la extracción de compuesto como agar, carragenina y alginatos (goma, gel).
Las algas son un recurso abundante, económico y atractivo para utilizar como ingrediente en alimentos. Aportan nutrientes y compuestos bioactivos. Desde el punto de vista nutricional, las algas son bajas en calorías, presentan alta concentración de proteínas, fibra dietética, minerales y vitaminas.
Las algas son excelente fuente de vitaminas A, B1, B12, C, D y E, riboflavina, niacina, ácido pantoténico y ácido fólico. El contenido en minerales en algas es alto, sobre un 36% dentro de los minerales se incluyen sodio, calcio, potasio, cloro, sulfuro y fósforo, también yodo, hierro, zinc, cobre, selenio, molibdeno, flúor, manganeso, boro, níquel y cobalto. Las algas son fuente primaria de yodo, llegando a aportar el requerimiento diario de yodo (150 mg/día). Por tanto, a demás que su aporte calórico es bajo, no es un alimento vacío, todo lo contrario, colabora con el cumplimiento de la ingesta de referencia de vitaminas y minerales.
El contenido de grasa en las algas es bajo y su aporte es en relación con ácidos grasos esenciales y saludables que en algas es mayor que en plantas terrestres, el consumo de estos ácidos grasos se relaciona con disminución del riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, particularmente enfermedad coronaria. Tienen efecto en la disminución de los niveles de triglicéridos y son necesarios durante el embarazo y lactancia para el desarrollo del sistema nervioso central y retina del infante, además se ha comprobado que su consumo tiene efectos positivos contra la depresión postparto y la depresión bipolar.
Así que, la calidad nutritiva de algas marinas junto a su alto contenido de compuestos con efecto saludable, son dos razones importantes para aumentar su consumo en nuestra alimentación.
Y para los que piensan que es imposible incorporarla a la alimentación, las algas poseen propiedades que le permiten incorporarse en alimentos cárnicos y en pastas, manteniendo o mejorando su calidad sensorial, nutritiva y saludable.
¿Algas chilenas?… hablemos del cochayuyo
El cochayuyo destaca entre las algas por ser una de las que tiene la cantidad de yodo mejor equilibrada (su alto contenido de yodo, lo hace un alimento a evitar en caso de personas con hipertiroidismo). En su compicición prima el alto contenido en fibra, principalmente del tipo mucílagos y ácido algínico, que particularmente ayuda a eliminar en nuestro intestino compuestos toxicos. Tiene niveles relativamente altos de aminoácidos esenciales, alto contenido de fibra dietaria, dentro de sus ácidos grasos se encuentran oleico, linoleico, α-linolénico.
El cochayuyo es fuente de calcio, hierro, magnesio y manganeso. Tiene un aporte de fibra significativo, que llega a ser superior a los cereales usualmente consumidos como maíz, trigo y arroz integral. Otros de sus nutrientes son fósforo, zinc y sodio (debe consumirse con moderación por personas hipertensas), potasio, ácido fólico y vitamina E.
Así que el uso más importante del cochayuyo sigue siendo el comestible, pues su alto contenido de ácido algínico lo hace una muy buena fuente de fibra dietética, que pueden constituirse en una excelente opción para planes dietéticos bajos en grasas y con un buen patrón de nutrientes, esto tiene mucha importancia en el manejo y prevención de enfermedades como hígado graso, envejecimiento prematuro, diabetes, obesidad, etc.
Actualmente, nuestro país se encuentra con altos índices de sobrepeso y obesidad y una buena acción de intervención es elaborar alimentos bajos en grasa y altos en fibra, pero que sobre todo sean apetecibles y de bajo costo. La costa de chile es rica en algas, y lo mejor es que son un recurso natural renovable, por lo tanto, hay razones suficientes para aumentar su consumo.
¿Te animas a probarlo?
Referencias:
- Quitral R, Vilma, Morales G, Carla, Sepúlveda L, Marcela, & Schwartz M, Marco. (2012). Propiedades nutritivas y saludables de algas marinas y su potencialidad como ingrediente funcional. Revista chilena de nutrición, 39(4), 196-202.
- Batista González, Ana Elsa, Charles, Marie B, Mancini-Filho, Jorge, & Vidal Novoa, Alexis. (2009). Las algas marinas como fuentes de fitofármacos antioxidantes. Revista Cubana de Plantas Medicinales, 14
- (2008). XVIII CONGRESO DE LA SOCIEDAD CHILENA DE NUTRICIÓN, BROMATOLOGÍA Y TOXICOLOGÍA: SESIÓN Y PRESENTACIÓN DE POSTERS. Revista chilena de nutrición, 35
- Ministerio de Salud de Chila (MINSAL) www.minsal.cl