El acai realmente no es una baya al 100%! En realidad, es una fruta de palma con una sola semilla que crece en áreas de llanuras de Amazonas.
El acai se promociona como un súper alimento debido a su alto poder antioxidante, los antioxidantes funcionan combatiendo los radicales libres en el cuerpo que conducen al envejecimiento y la enfermedad.
El cuerpo humano necesita el 78% de los minerales para sus funciones metabólicas en sangre, músculos, huesos y el sistema inmune. El açai se caracteriza por un contenido alto de muchos minerales como sodio, magnesio, calcio, hierro y fósforo; estos componentes mayoritarios le aportan al açaí elementos nutricionales benéficos para mantener una buena salud.
Además contiene compuestos fenólicos con actividad antioxidante. Es rica en ácidos fenólicos que se denominan ferúlico, caféico, p-coumárico y clorogénico en menos cantidad, los cuales contribuyen a la capacidad antioxidante del açaí, pues interactúan con las especies reactivas de oxigeno (EROs), esto son RADICALES LIBRES, que son los que dañan nuestras células, acelerando envejecimiento y enfermedad.
Las bayas de Açai están llenas de antioxidantes, un hecho que ha sido confirmado una y otra vez por la investigación científica.
Un estudio observó aumentos en la capacidad antioxidante del plasma de hasta 2 y 3 veces en personas que tomaron jugo y pulpa de açai respectivamente versus grupos control.
Se ha confirmado en estudios el potencial anti-envejecimiento del açai, y observó que “el açai tiene el potencial de antagonizar el efecto perjudicial de la grasa en la dieta y aliviar el estrés oxidativo en el envejecimiento”. Los componentes antioxidantes tienen la capacidad de inhibir o disminuir los procesos de oxidación generados por los radicales libres en el organismo. Cuando nuestro cuerpo presentan una capacidad insuficiente para neutralizar la producción excesiva de radicales libres, ocurre el estrés oxidativo, el cual puede contribuir a enfermedades y envejecimiento, incluyendo enfermedad cardiovascular, obesidad, cataratas, resistencia la insulina, la enfermedad neurodegenerativa y la declinación cognitiva relacionada con la edad, así como la disfunción del sistema inmune y el cáncer.
La mayoría de las personas muy probablemente tienen un conocido con una de estas enfermedades o inclusive ambas. En Chile 1 de cada 10 chilenos y chilenas padece diabetes, esto es preocupante.
Pero la buena noticia es que el açaí ha mostrado un potencial y prometedor efecto para reducir los factores de riesgo de estas dos enfermedades; se ha estudiado que personas con sobrepeso que toman açai experimentan “reducciones en los niveles de insulina y azúcar en sangre en ayunas y también reducción en los niveles de colesterol total”. Estos resultados sugieren que el consumo de pulpa de açai pudiera reducir los marcadores de riesgo de enfermedad metabólica relacionada directamente con enfermedad cardiovascular y/o diabetes tipo 2.
En la actualidad, las enfermedades crónicas no transmisibles son uno de los principales problemas de salud pública a nivel mundial. Las enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares isquémicas, neoplásicas, respiratorias crónicas y diabetes mellitus, tienen varios factores en comunes que agravan su condición; el colesterol y la hipertensión.
El colesterol, es un conjunto de compuestos químicos grasos que integra la membrana de las células del organismo. Presenta gran importancia para la fisiología del organismo, pero es perjudicial cuando está en exceso en el torrente sanguíneo (especificamente el colesterol LDL). El fruto açaí se compone de ácidos grasos insaturados, que actúan evitando la deposición excesiva de LDL en las paredes arteriales, mientras que los pigmentos morados, que se denominan antocianinas, combaten los radicales libres que son responsables de la oxidación del LDL-colesterol y su disminución.
En cuanto a la Hipertensión arterial, esta es una entidad clínica multifactorial, se define como síndrome caracterizado por la presencia de niveles de tensión elevados, asociados a cambios metabólicos y hormonales y a fenómenos tróficos (hipertrofias cardiaca y vascular). La prevalencia de la hipertensión arterial es elevada, aunque predomina en la fase adulta, su prevalencia en niños y adolescentes no es despreciable.
Investigaciones ha visto que el açaí reduce a nivel elevado de colesterol en el organismo debido a que sus semillas son ricas en cristales de inulina, lo que promueve su reducción por la acción de las fibras solubles intestino y representan un refuerzo para la flora intestinal, siendo que las fibras solubles pueden ayudar a reducir el colesterol sanguíneo y las fibras insolubles pueden ayudar a reducir el riesgo de desarrollo de ciertos tipos de cáncer.
Tal fortalecimiento de la microbiota intestinal se da en función de la acción de un grupo de bacterias, denominadas bifidobacterias, ellas son las grandes beneficiadas, pues sólo ellas consumen ese polisacárido, la inulina. Otros beneficios de la actuación de la inulina en el organismo, a ejemplo de otros alimentos funcionales como las fibras dietéticas, es la mejora del vaciado gástrico.
En el açaí se han encontrados altos niveles de grasas monoinsaturadas 60% y poliinsaturadas el 13%, ambos recomendados para la prevención de las enfermedades cardiovasculares.
Es necesario que para el control de estas enfermedades se busquen soluciones diferentes al uso crónico de medicamentos, que además en algunas ocasiones tienen un alto costo. Alternativamente, como tratamiento no farmacológico está el uso de alimentos funcionales como este que contienen componentes que proporcionan beneficios para la salud que ejercen efectos fisiológicos y metabólicos que promueven la salud física, así como la reducción de riesgo de enfermedades crónicas en desarrollo.
Referencias:
Schauss A et al. Phytochemical and nutrient composition of the freezedried amazonian palm berry Euterpe oleracea Mart. (açaí). Journal of Aqricultural and Food Chemistry, v.54, p.8598-8603, 2006.
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